INTRODUCCIÓN AL PLAN DE NEGOCIO

Si se quiere emprender una tarea, no dudar, solo pensar en lo que se quiere y escribir lo que la mente dicte, dado este primer paso, el resto es trabajo mas atractivo.

19 julio, 2009

 

REALIZAR UNA IDEA

REALIZAR UNA IDEA

MEDIANTE EL PLAN DE NEGOCIO.
O, LA FORMULACIÓN Y PRESENTACIÓN DE PROYECTOS INDUSTRIALES.
O, EL ESTUDIO DE FACTIBILIDAD DE PROYECTOS INDUSTRIALES.

Introducción.

Lo que trataré aquí es: Indicar un camino para transformar una idea en realidad. Por eso el primer titulo “realizar una idea”.
El proceso comienza al detectarse un problema u oportunidad, consiente, o no, se crea una idea de solución en la mente del hombre (varón / mujer) el cual, solo si así lo quiere, deberá razonar lógica e inteligentemente, para poder transformarla en realidad.
Las personas tenemos ideas y, no es necesario ser un genio ni tener talento, ni nada raro para lograr transformarla en realidad, solo es necesario trabajo, por ello hice mía la frase: Lo que el genio comienza solo el trabajo lo termina.

Este trabajo pretende explicar los conceptos que deberían ser reconocidos por los que quieran sumar valor agregado con la transformación de productos primarios para luego recién comercializarlos.

Puede ser útil para emprender cualquier actividad productiva, de servicios y, toda iniciativa privada o pública.
Por otro lado, con respecto a la formación de nuestros adolescentes, en este tema especificamente, es de mi consideración que Argentina, hoy está bien encaminada. He escrito el blog: Diferencias entre técnica y tecnología en Educación técnica y tecnológica: http://educaciontecnicaytecnologica.blogspot.com/. Allí trato de explicar porque entiendo que no usamos el proyecto para nuestras acciones. No somos duchos en la nueva materia que se llama tecnología. Cuando se habla de tecnología en un ámbito escolar, es para enseñar a los alumnos a enfrentar problemas con la consecuente búsqueda de la solución mediante, en primera instancia, el uso del “proyecto tecnológico”.
Antes ni la teníamos. Es decir, antes, no se enseñaba estas cosas desde el principio de la formación. Teóricamente, una idea es para solucionar un problema o aprovechar de una oportunidad, todos las tenemos, pero no es lo principal.
Considero más importante, colocándola en primer lugar al trabajo o, el deseo de enfrentarse a la adversidad para logar así llevar adelante lo que considera “su idea” y en segundo lugar el uso inteligente del razonamiento lógico que sigue a la idea. La idea por si sola va y viene.

La idea permite comenzar pero se debe razonar para mejorar “es una cualidad del hombre”. No es solo trabajar. En todo caso, se podría decir, es necesario trabajar inteligente y racionalmente, con una guía lógica de una previa presentación del plan.

Comienzo.

La guía de este trabajo es el temario para la presentación de estudios de factibilidad de proyectos industriales del ex Banco Nacional de Desarrollo, conseguida por gentileza de Ing. Químico Federico Eduardo Kaenel, usada en el dictado de su cátedra “Proyecto Industrial” en nuestra Facultad de Agroindustrias. Año 1985. Con el ejemplo de mi trabajo final para acceder al título de Ingeniero Agroindustrial.
Respecto a proyecto: Existen designaciones reconocidas en las distintas presentaciones paso a paso de este tipo de trabajo.
Anteproyecto preliminar. Anteproyecto definitivo. Proyecto definitivo o, Estudio previo de factibilidad. Estudio de factibilidad.
No se habla en términos dados en el primer título, es como que se lo da por entendido, pero, en la jerga nadie expresa de la forma: Realizar una idea.
Son tres los subtítulos más usuales. Es necesario entender a que se refieren y expresare en función de importancia industrial.
Cuando se habla en función de: Formulación y Presentación de…, hace referencia una organización multidisciplinaria para realizar obras de gran envergadura, con recursos multisectoriales donde cada uno se encarga de su propia tarea.
La característica distintiva de este tipo de trabajo en equipo, es el éxito de su concreción, rara vez fracasa.

Respecto al Estudio de factibilidad…. Sería un proceso previo a un proyecto, pero, en sí, es un término usado en empresas del tipo PyME o micro emprendimiento.
Pasa que aun para estas empresas pequeñas, sea para iniciarse o inclusive para sumar una nueva actividad muy pocos utilizan.
La característica es que sin él, muchos no logran concretar sus objetivos, pero aún no se entiende bien la necesidad de realizarlo. Es así porque aún se considera, tarea de un “empresario”, un ser con reconocidas características especiales para emprender y si fracasó algo, el que fracasó es el empresario, no el proyecto. Sea como sea, el objetivo es impedir fracasos.
En este trabajo hay agregados al menú de lo que requería el BANADE.
El primero, análisis de la idea. Hoy se considera parte fundamental un estudio pormenorizado, previo a todo planteamiento o presentación.
Si se considera que con las situaciones económicas actuales, globales, se acentúan los fracasos y analizando estos fracasos se detecta falencia en las previsiones de algún punto no considerado en “la mente del emprendedor”.
No cabe aun en las mentes actuales, pero cada vez está más acentuada la necesidad de elaborar un trabajo previo que permita, hacer un análisis racional de todo el conjunto de disciplinas puestas en juego en la creación de una empresa.
Con respecto al primer término usado. Que parece ser el más adecuado, aunque a mí criterio no hay una fórmula de éxito o, si se quiere dar otra acepción a la palabra formulación, entiendo que tampoco es un mero formulario a rellenar para presentar.
Respecto al segundo término. Da una mejor idea, “estudio”. Es más específico. Además si al principio del estudio al, analizarla a la idea se detecta que es buena, pero no es factible, podría descartarse de entrada. Es decir que el estudio permite ir superando etapas, lo que se pretende es que se vaya demostrando la factibilidad en cada una de las disciplinas o especialidades estudiadas.
En la actualidad, con la consideración de que aún se hacen estos trabajos, tal cual un formulario, por ser meras cuestiones solicitadas por las entidades crediticias, a las cuales les interesa solo reconocer si es negocio o no y, por supuesto, si está garantizado o no. Y, considerando una fría traducción del inglés que representa el mismo trabajo “
business plan”, se lo denomina en la jerga: Plan de negocio.

Es necesario inculcar aquí el concepto de que con esto se pretende incentivar su uso, fundamentalmente, para empresas iniciales del tipo micro emprendimientos y PyMES.
Para estos casos, el que tendría que participar en todos y cada uno de los puntos es el mismo dueño de la idea, el que quiere hacer realidad su propia idea. Pero…, debe compatibilizarse con las distintas profesiones ya que la actividad es multidisciplinaria.
Es por eso que se pretende que, como mínimo, el resumen llamado Síntesis de factibilidad o Resumen ejecutivo, el que se prepara al final del trabajo para hacer la presentación, debe ser, hecho por él o, en presencia del dueño mismo de la idea del proyecto.
Él es que la defenderá la idea, reconociendo el mismo que: el que lo hace es él, los demás son colaboradores (profesionales o no) que interrelacionan, sean personas o entidades, estudios contables / jurídicos / de ingeniería, etc., son solo “asesores técnicos”.
Cada uno debe participar en su disciplina, recomendando en este caso a cada uno: no excederse en su especialidad. Situación ésta muy común y que luego daré detalles al respecto al referirme a la organización de la empresa.
El proyecto presentado tiene que servir de guía, no solo para poner en marcha la empresa, sino que también, con él, se debe demostrar el conocimiento para modificarlo / actualizarlo en el día a día y permitir la continuidad en toda su ciclo.
El trabajo debe comenzar claramente recomendado mediante el análisis de la idea. Desde el primer punto “Análisis de la idea”.
Muchas veces, habiendo logrado la financiación requerida, todo fracasó porque la idea no era buena.
Considerando que este tratado está basado en un “formulario” de una entidad estatal, que quebró por la falta de pago de los créditos otorgados, que era considerado el más completo, denota falencias difíciles de explicar. Intentaré dar algunas respuestas.
Si se paga para hacerlo o se trabaja en la preparación de un proyecto / estudio de factibilidad / plan de negocio solo para evaluar lo que siempre pretendieron los bancos y/o entidades crediticias para otorgar créditos. Estamos en lo mismo. Es decir que se cae en una serie de planillas con “números fríos” que tan solo indican los valores de posible garantía de repago del crédito a otorgarse. Esta metodología lleva a una situación nefasta. Su aplicación en Argentina es nefasta no se cumple con el objetivo, está probada ampliamente, por más créditos que se otorguen, no crece la producción industrial, pero pasa que aún no existe otra que se considere mejor. Cuando se intentó cambiar la forma de otorgamiento de créditos por parte de las entidades crediticias de los norteamericanos. Dado que no ganaban mucho con tasas bajas que se implementaron por la feroz competencia, crearon fórmulas de créditos riesgosos a mayor interés y, se descalabró la economía mundial.
Deben ser muchos, muchos más de lo que pudiésemos pensar (algo así como infinitos) los créditos otorgados así, porque aquí en Argentina son muchos los créditos otorgados que se vuelven (desde el inicio mismo) incobrables y seguimos.
Existen innumerables muestras de que quienes saben hacer los planes para presentar a los que los solicitan son los mismos que dejaron un tendal de empresas, no solo productivas, si no también financieras, en bancarrota.
Para desterrar este modelo de presentación de proyectos o estudios de factibilidad con el objetivo de lograr financiación que tantas bancarrotas produjo, para luego desaparecer despoblando industrialmente la industria nacional, considero que se debe relacionar la habilidad de los vivos de siempre, que consiguen fondos en forma espuria con los profesionales que las presentan.
Y no solo eso o ellos. Digo esto porque parece ser que es algo muy ligado a la producción misma. Actitud típica del vivo.

La mayoría de los ejecutivos se exasperan cuando ven la posibilidad de conseguir un subsidio del estado por más que estén trabajando bien. Tiene firme la idea de sacar ventajas “para ellos”, sin que les importe el resto de la comunidad, lo que quieren es dinero fácil. Siendo que los subsidios son para solucionar problemas a los que realmente lo sufren. Hizo muy famoso este tipo de ayuda, por el tamaño, el caso de Lee Iacocca, que con una ayuda del gobierno de los EEUU llevo a Chrysler a ser nuevamente una compañía competitiva y eficiente. Que no es lo que realmente buscan los industriales de hoy, los avivados de siempre, que se aprovechan de estos subsidios tirando por la borda todo concepto de buen nombre y honor y eficientes industriales creyéndose grandes señores, tan solo porque son capaces de estas movidas para conseguir dinero fácil, diría yo: avivadas.
Aunque Chrysler también cayo (de nuevo) después de 30 años, juntos a todos los otros grandes industriales del mundo. Se debe dejar claro que necesariamente, no fue por ineficiencia o incompetencia de ella misma, sino, por la del sistema en sí.
Esta avivada pasa en el mínimo y máximo grado. He conocido productores agropecuarios que presentan constancias de declaración jurada para cobrar subsidios como si hubiesen sembrado en parcelas de dos o tres pisos, cobraban de subsidios por mala cosecha más de lo que se cobraría por la venta de la producción posible de cosechar. Lo mismo las empresas, ninguno de sus dirigentes tiene el mínimo ápice de recargo de conciencia, para presentar un recurso de amparo en situación de crisis cuando desde adentro se nota la producción a destajo, con todos los ajustes necesarios. Pareciera que toda viabilidad de proyectos se centra en estudios económico financiero y en eso, los vivos de siempre, están al acecho de fondos espurios. Esto conlleva la corrupción generalizada.
Otro tema de análisis similar a este es el caso de los proyectos que avanza tan solo con un tipo de cambio favorable y así, por supuesto que cualquiera puede ser empresario, industrial o comerciante competitivo. Pasa que así, el enriquecimiento se da solo para unos pocos poderosos, no para la comunidad, como se pretende que sea en una nación digna.
De esto sabemos mucho en Argentina lo sufrimos en cada planteo de los poderosos de siempre que con avivadas y planteos indignos a los gobiernos manejan el poder a su antojo y, si no lo pueden manejar, provocan el golpe.
Por otro lado, está claro que si no hay fondos no hay avances, pero también, si lo único que se pretende es conseguir fondos se hace proliferar las ideas de los avivados de siempre. Si los fondos son otorgados (es decir, le dan plata) a unos por otros y, usan para mayores ganancias de ellos, no para mejorar las inversiones del conjunto de la comunidad. Estamos en un grueso error de economía y, sino, pregunten a Barack Obama.
Lamentablemente es cierto, se lo ve, se concibe así, se manifiesta en contra, pero se sigue con la misma política de siempre en contra de la economía del país. Es contraproducente, repercute en contra del mismo desarrollo como nación.
Produce solo el enriquecimiento de unos pocos generalmente “los vivos de siempre”.
Entendiendo que los fondos para inversión deben ser para crecimiento, si se entregan fondos, pero no hay crecimiento, no hay lógica que me haga comprender que el problema no es el manejo de los fondos de inversión.
Por otro lado, si los inversionistas privados, que si bien exigen casi el mismo proyecto, ganan suficiente dinero para seguir en el negocio de por vida, podríamos entender que es lo que hace a la diferencia.

Desde mi punto de vista la diferencia no está en la presentación si no en lo que se observa de ella.
Cuando se presenta a una entidad estatal crediticia que solo necesita números fríos y garantías (o mandatos específicos) se presenta un pedido de fondos basados en estudios económicos financieros. De esta forma, ya sabemos, empresas y entidades financieras quiebran. Si no entienden, fíjense en el BANADE mismo en primer término. Algo hay que cambiar.
Pasa también que si se presenta el trabajo a un inversionista privado, rara vez quiebra y generalmente todos salen ganando.
Resumiendo, se presenta el proyecto que se hace, en esencia, para inducir a un empresario a tomar decisiones ante las dudas de cuándo y cuánto (según la economía de mercado) producir lo que él quiere producir y, de cómo hacerlo (según la ingeniería).
Que se haga necesaria la financiación es otro punto, aparte, es algo que puede ser fundamental, pero la decisión debe ser tomada en función de los primeros datos mencionados.
Es decir, el proyecto no es para demostrar la necesidad de financiación ni mucho menos.
Pasa que el proyecto tiene costos y ganancias detalladas con criterio de orden económico financiero, para demostrar su viabilidad, esto confunde la verdadera necesidad del empresario y posibilita el accionar del vivo de siempre.
No todo es economía y finanzas.
Economía tiene la misión proveer de datos que permitan definir variables de estudio de mercado, precio y cantidad posible de venta (cuándo y cuánto).
Ingeniería deberá ser capaz de brindar todos los aspectos técnicos necesarios y los costos de la inversión más los gastos para poner en marcha la obra (cómo).
Con la información disponible se puede sistematizar un flujo de caja y proyectarlo para hacer la evaluación financiera que muestre la necesidad o no de fondos en el momento adecuado.
Por lo tanto, en el trabajo, el estudio económico financiero es un paso obligatorio pero no definitorio. Si vemos en detalles los aspectos a considerar, separándolos según la disciplina podremos discernir en la importancia de cada una.
Sabemos que hoy día, para las entidades crediticias, un estudio financiero es clave en la definición de aprobación o rechazo de un proyecto. Esto hace que, erróneamente, se considere a todo proyecto, centrado en el estudio de la viabilidad económica, con los pormenores mencionados, además, este error considera a los otros estudios solo “de referencia” siendo que no es así.
Veamos cómo puede definirse la importancia. Cuándo y cuánto se va a producir lo define un estudio económico en función de lo que es capaz de absorber el mercado. Pero estos exigen, en todas sus alternativas, conocimientos para asesorar debidamente en la toma de dichas decisiones. Se dan como ejemplo de toma de decisión, que para un mismo volumen pueden ser necesarias o posibles dos plantas o una planta con dos turnos, etc.
Todas las variables puestas en juego se deben considerar sabiendo que si se modifica algo en algún punto, necesariamente acarrea modificaciones en otro lugar y deberán considerarse todos los cambios que se involucran. Esto solo lo puede hacer alguien que conozca todo el proceso con causa y efecto, como ser un ingeniero.

No se pretende dejar en manos de ingenieros todo el proyecto, ya se aclaró que es multidisciplinario. Son necesarios estudios comerciales, legales, de gestión, de ambiente y financiero. Solo se pretende que en todo proyecto se dé la importancia que la parte técnica requiere para poder mejorar lo que existe.

Si la idea es buena, aprobada y, si se quiere hacerla realidad por el bien de la humanidad, por sobre todo, se debe poder proceder “de alguna forma”, con los (siempre escasos) recursos financieros, sin dañar al medio ambiente, convenientemente aprobados los procesos jurídicos y, registrados convenientemente los procesos contables.
Habrán notado la colocación adecuada de la palabra “convenientemente” y, podrán entender perfectamente a que hace referencia.
Lo que se pretende decir es que: si con tales “conveniencias” existen muchos fracasos que no deberían darse. Deberá notarse entonces que se debería empezar por allí.
De las partes importantes de un estudio queda generalmente relegada la ingeniería. No debería ser así. La ingeniería no fracasa.

Considerando que un proyecto está basado en supuestos convenientes (no reales) debería también poder modificarse lo concerniente a la parte técnica. Si se logra demostrar la importancia, esto pasaría a ser modificable por sobre todas las cosas, para lograr la aprobación del proyecto. El responsable de los cambios lógicamente, debería ser la ingeniería.

Veamos ejemplos clásicos de que la ingeniería define la parte técnica de un proyecto haciendo las modificaciones necesarias.
1. Explorar el espacio, o llevar el hombre a la luna. El proyecto tenía sustanciales problemas para lograr el transporte de elementos pesados para procesar la información necesaria. Fue así hasta que se inventó el microprocesador (liviano) y todos sus derivados.
Por supuesto que la ingeniería que logro esto no escatimo en gastos, la empresa era enorme y por sobre todo estatal.

Ahora, le guste o no al mundo, explorar el espacio, los efectos colaterales que sucedieron en la tierra a partir de los cambios dados por la ingeniería de lograr construcción de microprocesadores, da sobradas razones para decir que de haberse sabido los beneficios, cualquier inversionista no dudaría en poner todas sus fichas en pos de su producción.

2. Otro ejemplo de que la ingeniería es la que define puede ser la intención de hacer unas nuevas torres gemelas en USA (World Trade Center). Se presentaron muchos proyectos, varios fueron rechazados por problemas de ingeniería pero…, hoy día vemos tantas torres gemelas que superan nuestra imaginación que no dudamos en que la ingeniería lo puede hacer.
3. La ingeniería a su vez tiene sus especialidades que deben apropiadamente discernir en la preparación de proyectos, los profesionales no deberá sobrepasar sus especialidades.
He visto proyectos de envergadura para tratar desechos biodegradables en una planta de tratamiento de efluentes, con la firma de ingenieros en construcciones. Las necesidades de distintas disciplinas exigían otras especialidades, bioingeniería.

He escuchado de proyectos aprobados con cálculos incoherentes, como ser en una fábrica de parquet (piso de madera), que calculaba la materia prima necesaria del promedio de madera contenido en cada árbol en pié.
Esto pasa por la intromisión en disciplinas que corresponde a otros profesionales. Ampliaré el tema al tratar la organización de la empresa.
Ejemplos: Para la aprobación de un proyecto “multidisciplinario” de cualquier empresa, todo vale tan solo con la firma de un contador o licenciado en economía y, eso no debería ser así, eso hace que la realidad presente tantos fracasos, pero la ley posibilita, no es que obliga o establece, pero…, es como que hay un vacío legal que hace sea así, un buen caldo de cultivo de los vivos de siempre.
Se presenta un vacío legal de especialización, adolece una actualización de las respectivas colegiaturas.

No sé si todos los profesionales nos damos cuenta, pero si, noto que no actuamos en efecto.
Con esto cargo mi grano de arena en la apuesta a la profesionalización.
Los profesionales colegiados al máximo grado en Argentina son los abogados. Se desprende la necesidad de que para presentar una nota ante un litigio, deber ser patrocinado por uno de ellos, por más que la ley abogue que nadie puede desconocer las leyes.
En segundo grado aunque con justa razón, estarían los contadores ya que los balances comerciales no debería faltar su firma.
Pero de allí a que con la firma de estos profesionales se hagan cargo de todos y cada uno de los procesos necesarios para un proyecto, está más arriba demostrado fehacientemente, no es conveniente.
Si bien son los que conocen estos temas, fueron preparados para llevar adelante una buena parte de todo proyecto, pero son los únicos mencionados en las mismas publicaciones oficiales, como responsables necesarios de las presentaciones, que deberán contener un dictamen técnico de los colegios de ellos mismo, los profesionales, abogado, contador o escribano. No se menciona para nada la necesidad de una certificación de cálculos de ingeniería y los hay muchos y muy necesarios.
La constitución de sociedades “regulares” puede ser una ardua tarea de gestiones y presentaciones que les compete a ellos y los colegios profesionales correspondientes que deberán certificar.
Existen manuales de instructivos específicos que pueden servir de guía para el empresario. Es cierto que deberá contar con el asesoramiento o tener empleado por lo menos a uno de estos profesionales, pero la producción la deberá definir un profesional específico, de lo contrario estará destinado al fracaso.
Entonces, por sobre todo para no fracasar, es necesario repensar la necesidad real del uso de la capacidad de la ingeniería. La falta de esto es justamente uno de los puntos clave en la gestión de impedir que proyectos incólumes caigan en fracasos.

Luego explayare más, en lo concerniente a la organización de las empresas.

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